Las Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRA) y los diversos tratamientos destinados a resolver los trastornos de fertilidad, se remontan a más de 70 años atrás, cuando comenzaron los estudios que llevaron al nacimiento de los primeros niños por medio de estas técnicas. Desde entonces han sido muchos los cambios, avances y mejoras de los tratamientos, que han conseguido aumentar la seguridad y eficacia de los mismos. Sin embargo, siguen existiendo falsas creencias asociadas a las Técnicas de Reproducción y hoy en día persisten muchos mitos que en la actualidad no tienen fundamento.
Parece que todo el mundo está dispuesto a ofrecer sus consejos a las madres embarazadas, especialmente en el caso de las madres primerizas, a pesar de que gran parte de los comentarios u opiniones contienen una información que no es del todo correcta por no decir, en muchas ocasiones, totalmente alejada de la realidad. A menudo, se trata de creencias populares que se han transmitido de una generación a otra y que aún siendo erróneas la mayoría de ellas, acabaron calando en nuestra sociedad y persisten pudiendo incluso hoy en día generar dudas e inquietudes a pesar de no contar con ningún respaldo científico.
Conviene, por tanto, dar un único consejo profesional: no creas todo lo que oyes y para ayudar a despejar las dudas vamos a repasar brevemente cuáles son algunos de estos falsos mitos.
Solo las mujeres tienen problemas de fertilidad. Las dificultades para concebir afectan por igual a hombres y mujeres. En algunos casos, ambos miembros de la pareja pueden tener problemas de fertilidad que deben ser tratados para aumentar las posibilidades de concepción.
Los tratamientos de Reproducción asistida producen embarazos múltiples. No siempre que se realiza un tratamiento de fertilidad es así. Si bien es cierto que la incidencia de embarazos múltiples ha sido mayor en las pacientes sometidas a un ciclo FIV/ICSI, debido a la transferencia de más de un embrión, la mejora de las técnicas ha conseguido revertir casi por completo esta situación.
Si se transfieren dos embriones existe un doble de posibilidades de conseguir un embarazo. Tampoco es cierto, con la transferencia de dos embriones las probabilidades de lograr el embarazo aumentarán pero no en una proporción lineal.
Los embarazos conseguidos por Reproducción asistida tienen más riesgo: No existe una relación directa establecida entre una técnica de Reproducción asistida y un embarazo de riesgo.
Donar óvulos o tomar anticonceptivos dificultará lograr el embarazo. También es falso, pues hay constancia de que la probabilidad de embarazo en mujeres que toman anticonceptivos es la misma que las que nunca los toman. Solo afecta durante el uso de los mismos, no pasado el tiempo. Por otro lado, ser donante de óvulos no limita las posibilidades a la mujer donante de tener un embarazo en el futuro.
Si ha habido un embarazo anterior, se puede lograr un segundo embarazo sin problema. Un clásico de los mitos, pero la infertilidad secundaria afecta a un 10,5% de las mujeres (según los datos de la OMS), lo que representa un 8,5% más que la primaria. Sin embargo, en la mayoría de los casos existen técnicas para facilitar este segundo embarazo.
Y así se pueden seguir desmantelando viejos mitos sobre la fecundación, el embarazo y el parto, que van desde cómo afectan las fases de la luna o la postura durante la relación sexual, la forma de la tripa para descubrir si será niño o niña, los antojos, las comidas picantes que aceleran el parto o la relación entre el ardor de estómago y que el bebé nazca con mucho pelo…Increíble pero cierto!
La conclusión es sencilla: la sociedad está plagada de mitos y bulos que a menudo se confunden con la realidad y conducen a falsas interpretaciones del proceso de concepción. Las redes sociales, por ejemplo, y las opiniones de gente no experta no deben ser tomadas como referencia. Acudir a un especialista si no logramos un embarazo de forma natural, es el camino correcto para conseguirlo.