Antropología Social y Cultural
La magia del otoño
Rituales y celebraciones en todo el mundo
Las temperaturas empiezan a descender, se acortan los días mientras las noches se alargan y los tonos rojizos, amarillos y ocres de las hojas cubren los paisajes con una luz suave, dorada y unos cielos espectaculares. El aire fresco con aroma a castañas asadas y la tierra húmeda anuncian la llegada del frío; poco a poco se dejan ver las primeras bufandas, chaquetas, botas y abrigos que presagian la llegada del frío.
Demos la bienvenida al otoño…
Y mientras los árboles de hoja caduca dejan de producir clorofila, algunas especies animales entran en hibernación y las aves migratorias, emprenden largos viajes hacia climas más cálidos. Los sabores reconfortantes de las frutas y verduras de temporada: la calabaza, las batatas, las coles, los pimientos, las legumbres o las setas y las nueces, castañas, almendras, bellotas, piñones, higos, manzanas y membrillos... llenan de color y sabor las cocinas.
El otoño tiene también sus propios sonidos, el de las hojas secas y el crujido leve que provocan bajo nuestros pies. En los bosques, el trino insistente de multitud de pájaros, el viento, el agua y la madera en descomposición... y una señal inequívoca de que el otoño empieza en el bosque a finales de septiembre y principios de octubre, es la berrea de los ciervos que utilizan un sonido gutural, casi ensordecedor, para mostrar su fortaleza a las hembras en celo en esta época y sirve como aviso a otros ciervos de que ese es su terreno. También se puede escuchar el sonido que hacen al frotar las cornamentas contra los árboles, así como las luchas entre machos por conseguir a las hembras. Estos bramidos en los bosques de Europa y América del Norte, anuncian que empieza el otoño, la estación más mágica del año, una época que se vive y se disfruta con todos los sentidos.
El otoño oficial
El comienzo oficial del otoño en el hemisferio norte -donde se sitúa España- tiene lugar en el equinoccio de otoño, mientras en el hemisferio sur comienza la primavera. Se trata de un fenómeno astronómico que varía ligeramente cada año y que ocurre cuando el Sol se alinea con el ecuador terrestre, dando lugar a un equilibrio casi perfecto entre las horas de luz y oscuridad.
Además, el otoño trae consigo curiosos fenómenos naturales como la luna de cosecha que ilumina el cielo otoñal con su resplandor dorado, una luz adicional que permite a los agricultores, trabajar durante algunas horas de la noche. Es vista como un momento de celebración y agradecimiento por las cosechas abundantes, reflejando la conexión entre los ciclos naturales y la vida humana.
Otro fenómeno fascinante del otoño es la mayor visibilidad de las auroras boreales en regiones cercanas al Círculo Polar Ártico. Durante el equinoccio, la inclinación de la Tierra y el campo magnético del viento solar se alinean de manera que intensifican la actividad auroral ofreciendo una oportunidad única para observar este espectáculo de luces en el cielo nocturno.
En la famosa pirámide maya de Kukulcán, en Chichén Itzá, en México, ocurre un fenómeno fascinante tanto en el equinoccio de otoño como en el de primavera cuando la luz y las sombras del lugar se proyectan de una forma en las escaleras del templo, que crean un efecto óptico en el que parece que una enorme serpiente emplumada baja por las escaleras, además, en la base del templo hay dos enormes cabezas de serpiente que hacen que el efecto sea todavía más real.
Este fenómeno que solo se puede ver durante unas horas al año, es resultado de la arquitectura precisa de los mayas, quienes alinearon el templo con el Sol para crear este espectáculo visual durante los equinoccios, simbolizando la conexión entre el cielo y la tierra.
Un fenómeno similar podemos contemplarlo en Burgos, en la iglesia del monasterio de San Juan de Ortega, en pleno Camino de Santiago. Todos los años, coincidiendo con los equinoccios, un rayo de sol poniente penetra por un ventanal hastial e incide y recorre, en una secuencia perfecta, las escenas esculpidas en un bellísimo capitel románico situado en una de sus capillas absidales. Es el conocido como “Milagro de la luz” de San Juan de Ortega.
Cómo se celebra el equinoccio de otoño
En todo el mundo se celebra y disfruta esta temporada llena de encanto y significado. El equinoccio de otoño ha sido un momento importante en las culturas de todo el mundo ya que marcaba el inicio de festivales y rituales que celebraban la transición de las estaciones.
El Dożynki en la tradición polaca celebraba el final de la cosecha y el agradecimiento por las buenas cosechas. El Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos en algunos lugares de Europa, o Halloween la festividad celta que celebra el momento en el que según sus creencias, la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos se vuelve delgada y permite a los espíritus moverse libremente por la tierra.
En los Estados Unidos y Canadá, el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving) se remonta al siglo XVII, cuando los primeros colonos en América del Norte agradecían por las cosechas exitosas.
Las festividades judías de Rosh Hashaná y Yom Kipur, comparten un tiempo de oración y celebran el comienzo de un nuevo año espiritual.
En Polonia se celebra el Día de San Martín, soldado y posterior obispo de Tours que según cuenta la leyenda, compartió su capa con un mendigo, lo que le valió ser honrado con la santidad.
En Macedonia se visita el observatorio megalítico de Kokino.
Y en Irlanda y Escocia, antiguas festividades celtas como Haleg-Montah o Mabon y el Samhain marcan el inicio del invierno, un tiempo para honrar a los antepasados y conectar con el mundo espiritual. Durante esta noche, se encienden hogueras y se realizan rituales para ahuyentar a los espíritus malignos y atraer buena fortuna.
En Lituania, en la ciudad de Vilma, se colocan velas en la orilla del río Neris en el atardecer del primer día del equinoccio de otoño.
Los equinoccios en Japón marcan un periodo llamado Ohigan u O-Higan, ya que según la creencia budista del país nipón, la vida después de la muerte está al oeste, y como en los equinoccios el sol se pone directamente en el oeste, estos momentos del año son los mejores para recordar a los seres queridos fallecidos.
Los Druidas Ingleses celebran el equinoccio de otoño en Primrose Hill y en Corea celebran el Chuseok, la versión coreana del Día de Acción de Gracias.
En la India, el Diwali coincide con el Año Nuevo hindú y decoran sus casas con linternas que simbolizan el poder de la luz sobre la oscuridad, velas y arena de colores y el Navaratri es un festival que durante nueve noches, celebra la victoria del bien sobre el mal rindiendo homenaje a la diosa Durga con bailes y rituales.
El Festival del Ñame en Ghana tiene un profundo significado religioso y económico para el pueblo del país africano.
En China, Vietnam, Corea, Japón y Sudeste Asiático, celebran el Festival del Medio Otoño o Festival de la Luna: alrededor de la luna llena más cercana al equinoccio de otoño y comparten los tradicionales pasteles de luna.
En países europeos como España, Francia e Italia, el otoño marca la temporada de cosecha. Las Fiestas de la Vendimia en torno a la cosecha de las uvas para la elaboración de vino, se celebran en algunas regiones con desfiles, bailes tradicionales y catas de vino.
En España encontramos también a lo largo de toda su geografía festividades que nos invitan a ser parte de sus tradiciones, desde la famosa Fiesta de la Castaña en Pujerra, Málaga, donde se pueden degustar más de 50 platos elaborados con ellas, acompañados de anís o aguardiente, al ritmo de la música, hasta la Fiesta del Orujo en el pueblo medieval de Potes, en los Picos de Europa, donde se homenajea ese destilado tradicional elaborado a partir de los hollejos de la uva.
En Galicia nos encontramos el fascinante Samaín, una celebración con una historia propia, que simboliza el respeto por los ancestros y el tránsito entre estaciones; y no podemos olvidar las festividades dedicadas a las setas como las Jornadas Micológicas de Navaleno (Soria) entre finales de octubre y principios de noviembre, donde se puede aprender a identificar hasta 700 diferentes especies de setas y disfrutar de una gran variedad de platos hechos con ellas.
La Feria de la Alubia en Tolosa (Gipuzkoa), donde degustar y rendir homenaje a una joya gastronómica, la famosa alubia de Tolosa, con su característico color oscuro y textura mantecosa. El Magosto en El Bierzo (León), una fiesta ancestral ligada a la recolección de la castaña, donde grupos de amigos y familias se reúnen en torno a hogueras para asar castañas, beber vino joven y disfrutar de productos locales como los “bollos preñaos”, los embutidos y los quesos.
La Feria del Azafrán en Consuegra (Toledo) para conocer la esencia cultural manchega a través de la gastronomía, la artesanía, la historia y las tradiciones populares.
O una de las ferias de queso más antiguas de Europa, la Fira de Sant Ermengol en La Seu d’Urgell (Lleida), en los Pirineos.
Llega el otoño cargado de celebraciones en diferentes culturas en todo el mundo, que podemos descubrir y que enriquecen nuestra experiencia, con ritos que giran en torno a la naturaleza y los frutos del campo. Así que, mientras las hojas caen y el aire se vuelve más fresco, toma un momento para conectar con la magia del otoño. Disfruta de la luz, de los colores y de los diferentes sabores. Siente, escucha y prepara el terreno para las nuevas semillas que despuntarán con la primavera.
¡Feliz otoño! ¡Y que esta estación nos traiga paz, crecimiento y abundancia!
Referencias
Instituto Geográfico Nacional- Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible Observatorio Astronómico Nacional. (2025). Equinoccio de otoño: información básica.
García-Abad Alonso, Juan Javier. Solsticios y Equinoccios, una cuestión de luz solar sobre la Tierra. Universidad de Alcalá.