

Director Centro Residencial
Jardín-Tardajos
¿Tiene usted 60 años o más? ¿Sabe que la vacunación sigue siendo la forma más efectiva de prevención contra las enfermedades infecciosas?
Los expertos nos recuerdan que la edad es un factor de riesgo en estos casos, porque la inmunidad celular desciende al cumplir años, a lo que se añade el hecho de que el paciente mayor puede padecer enfermedades crónicas, como diabetes, trastornos cardiovasculares o afecciones del aparato respiratorio (EPOC, asma…), que le hacen más vulnerables a sufrir complicaciones, por lo que en esta etapa de la vida la vacunación se convierte en una gran aliada, ayudando a las personas mayores a prevenir enfermedades que pueden ser graves e incluso mortales, mejorando así la calidad de vida en la edad adulta y en la vejez.
La vacunación ha sido muy eficaz en la prevención de enfermedades graves y en la mejora de la salud en todo el mundo. En las comunidades y países en los que las vacunas se utilizan de forma generalizada, muchas enfermedades que antes eran frecuentes y/o mortales (como la poliomielitis y la difteria) ahora son raras o están bajo control, si bien es cierto que solo una enfermedad, la viruela, se ha erradicado por completo mediante la vacunación.
Las vacunas son tratamientos médicos que ayudan al sistema inmunológico a reconocer enfermedades causadas por ciertas bacterias (como las que causan la tosferina) y virus (como el que causa la gripe) y a defender al cuerpo contra ellas. En enfermedades víricas o en el tétanos, la vacuna protege contra una enfermedad para la que no existe tratamiento.
La mayoría de las vacunas contienen una forma debilitada o inactivada de un virus o una bacteria, o bien una pequeña parte del virus o la bacteria, que se denomina antígeno. Cuando una persona se vacuna, su sistema inmunitario reconoce el antígeno como «extraño». Esto activa las células inmunitarias para producir anticuerpos y crear una memoria del virus o la bacteria. Más adelante, si la persona entra en contacto con el virus o la bacteria real, su sistema inmunitario lo recordará y, a continuación, producirá los anticuerpos adecuados y activará rápidamente las células inmunitarias adecuadas para acabar con el virus o la bacteria. Se pueden administrar varias vacunas a la vez para proteger frente a varias enfermedades infecciosas.
Los efectos secundarios más frecuentes son las reacciones inflamatorias locales en el lugar donde se puso la inyección, que normalmente desaparecen en 2-3 días y se pueden aliviar aplicando encima de la reacción algo frío. En algún caso pueden producir fiebre y/o dolores musculares que mejoran con analgésicos o antitérmicos.
En un contexto donde la población está envejeciendo, los expertos coinciden en que la vacunación es una herramienta esencial, junto el ejercicio físico y la nutrición, para proteger a los grupos más vulnerables y avanzar hacia un “envejecimiento saludable”. Los beneficios de la vacunación en esta etapa de la vida son muchos:
Protección contra enfermedades infecciosas:
La vacunación es una herramienta crucial para fortalecer sus defensas y protegerlos de virus y bacterias potencialmente peligrosos, como la influenza, la neumonía, el herpes zóster y otras enfermedades prevenibles.
Prevención de complicaciones graves
Cuando se trata de enfermedades infecciosas, los adultos mayores corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves que pueden poner en peligro su salud y bienestar. Enfermedades como la influenza o el neumococo pueden ser mortales en adultos mayores o en personas con condiciones médicas preexistentes, como la diabetes o enfermedades cardíacas. Al vacunarse, disminuyen significativamente las posibilidades de padecer complicaciones severas, como hospitalizaciones y secuelas a largo plazo.
Protección para el entorno
La vacunación en adultos mayores también beneficia a su entorno cercano, como familiares, cuidadores y otros contactos. Al vacunarse, se reduce la propagación de enfermedades y se protege a aquellos que podrían estar en mayor riesgo como aquellos que no pueden vacunarse por razones médicas.
Mayor calidad de vida
La vacunación en adultos mayores contribuye a una mayor calidad de vida al reducir el riesgo de enfermedades infecciosas y sus complicaciones asociadas.
Por ello, el Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recomienda una vacunación sistemática a todas las personas mayores de 60 años con las siguientes vacunas:
• ANTIGRIPAL: Prevenir esta enfermedad en la tercera edad es fundamental para evitar otras afecciones asociadas que pueden afectar seriamente a su salud. Esta vacuna se tiene que administrar cada año siguiendo el calendario de vacunaciones de cada Centro de Salud.
• VACUNACIÓN FRENTE A NEUMOCOCO: La infección por neumococo supone un problema grave para la salud de las personas mayores, sobre todo en aquellas que ya están debilitadas a causa de otras enfermedades.
• DIFTERIA, TÉTANOS Y TOS FERINA: Aunque se tratan de enfermedades en claro descenso en España, se recomienda administrar una dosis de recuerdo a los 65 años.
• VIRUS RESPIRATORIO SINCITIAL (VRS): Todavía no está incluida en el calendario vacunal del Ministerio de Sanidad ni financiada por ninguno de los sistemas públicos de salud, pero se aconseja una dosis IM de vacuna frente al VRS a todas las personas mayores, priorizando aquellas que presenten cardiopatía o neumopatía crónica, situaciones de fragilidad o institucionalización, ya que han demostrado ser seguras y eficaces en la prevención de infecciones respiratorias de vías bajas (IRVB) en adultos mayores.
• HERPES ZÓSTER: es una de las últimas vacunas incluidas en el calendario de adultos. El herpes zóster puede aparecer a cualquier edad, pero se da con más frecuencia entre personas mayores. Se recomienda esta vacuna para eliminar el importante impacto de esta enfermedad en la calidad de vida.
• COVID-19: la pandemia de COVID-19 ha subrayado la importancia de la vacunación en la protección de la salud pública, especialmente en las personas mayores, quienes son más vulnerables a las complicaciones graves de esta enfermedad. Se recomienda recibir las dosis correspondientes de la vacuna del COVID-19 según las pautas establecidas por las autoridades sanitarias, incluyendo posibles dosis de refuerzo, para asegurar una protección continua frente al virus.
En caso de inmunodepresión, infección por VIH, asplenia, enfermedad renal avanzada y hemodiálisis, enfermedad cardiovascular y respiratoria crónicas,enfermedad hepática, alcoholismo o tabaquismo, se debe revisar la inmunización frente a Meningitis por meningococo, Enfermedad por Haemophils influenzae, Varicela y Hepatitis A y B.
En conclusión, recuerde que mantener al día nuestro esquema de vacunación es esencial en personas mayores, incluso sanas, para evitar complicaciones graves de enfermedades como la influenza, el neumococo, y otras infecciones que pueden prevenirse de manera efectiva a través de la vacunación.
