Audioprotesista
Centro Auditivo Carmen 10
Los altos niveles sonoros de las salas de conciertos o de grabación, en los ensayos o simplemente escuchando música para mejorar sus dotes pueden producir en los músicos lesiones permanentes en el oído, llegando incluso a provocar una pérdida auditiva, lo que supone un riesgo grave y demasiado común para este colectivo.
Debido a esta sobre exposición, no es de extrañar que los acúfenos afecten a una gran cantidad de músicos que se encuentran expuestos a fuertes sonidos durante elevados períodos de tiempo.
Según un reciente estudio el 19% de los músicos de orquesta experimentan tinnitus severo, con un efecto importante en su vida diaria, aunque son los cantantes de rock los más conocidos por sus problemas auditivos. Músicos famosos como Noel Gallagher, Eric Clapton o Neil Young han reconocido sufrirlos.
El guitarrista de The Who, Pete Townshend, padece tinnitus desde hace años por sus excesos en los conciertos frente a los amplificadores. A sus 74 años, ha sido noticia por recomendar a los asistentes a los conciertos utilizar tapones en los oídos. Este músico reconoce que necesita leer los labios como apoyo para poder seguir una conversación, por las dificultades que tiene con la audición, tras una vida de escenarios nada calmados en lo sonoro.
En el año 2016 medio mundo del rock se alarmó al saber que Brian Johnson, el entonces cantante de AC/DC, cancelaba de su gira por Estados Unidos porque sus médicos le habían alertado sobre su pérdida auditiva. Ya no podía aguantar más esa actividad sin un riesgo altísimo de acabar en severísima sordera.
Constantemente todos sufrimos agresiones sonoras que dejan su huella indeleble y acumulativa en un órgano tan complejo y sensible como nuestro oído. Asociamos un mayor riesgo de problemas auditivos a los adolescentes por el uso de los auriculares a todo nivel, las discotecas y los festivales, pero más del 40% de los músicos de orquesta sufren una significativa pérdida de audición, así como tinnitus, por la escucha prolongada de sonidos que pueden rondar los 90 dB dentro de una orquesta. Malos tiempos, pues, para el oído de músicos que se ven sometidos a agresiones inconcebibles, pese a ser este órgano una herramienta esencial en su trabajo y que merecería un mejor cuidado.
Lo que hay que tener muy claro, es que, mientras no se encuentre un tratamiento adecuado y una solución a los músicos que padecen tinnitus, la mejor y prácticamente única alternativa, es la protección preventiva por lo que desde Carmen10 recomendamos utilizar tapones personalizados y específicos para músicos, adaptados dependiendo del instrumento.